martes, 11 de enero de 2011

El sueño de una aventura en el Caribe


Skeleton dance (1929)

Hubo un tiempo donde Disney, en lugar de diversificar su negocio con series de mierda para preparar a la juventud al consumismo y expandir el american way of life más conservador y deplorable, todavía influía con sus pequeñas obritas de animación. Me voy algo lejos en el tiempo, pero este recordado corto a buen seguro que inspiró cierta escena de Monkey Island 2: LeChuck's Revenge donde el baile de los esqueletos se encuentra con una popular canción infantil americana, consiguiendo LucasArts refundir ambos con su particular estilo en un instante único en el mundo del entretenimiento.

Monkey Island 2 fue una de las tantas cumbres en el mundo de las aventuras gráficas que nos dejó LucasArts en la década de los 90. Si bien el juego cuenta con un marcado tono extravagante ya de por sí (no por ello falto de coherencia), esta escena constituye una de las más surrealistas del mismo además de ser todo un ejemplo de cómo debería ser un buen diseño de puzzles. A estas alturas del juego, Guybrush, nuestro entrañable anti-héroe, cae de un árbol (maldito remo, no sirves de escalón) y se inicia esta simpática escena onírica.



¿Por qué lo del acertado diseño de los puzzles? Bien, para este momento, inmerso como está en la caza y captura de uno de los cuatro trozos que componen el mapa del legendario Big Whoop, el jugador ya ha tenido la oportunidad de observar y hacer frente a la simultaneidad de puzzles que se han abierto nada más pisar la propia isla Scabb. Y ello es lo que sigue ocurriendo en este momento sólo que, repentinamente, uno presencia una escena que no tiene visos de estar conectada con lo que la historia ha narrado hasta el momento. Fijaos que al principio se da una pista (We have some information for you, son), pero que cómodamente nos dejamos llevar por lo estrafalario de la escena por lo que, al final de la misma, uno no sabe a qué atenerse. La gracia del asunto se completa con que no será necesario recordar esto hasta varias pantallas más adelante. Se genera, dentro de un puzzle mayor, otro que aporta sin reparos la pista esencial para resolverlo, pero que te distrae con un gag cual mago que te lleva de aquí para allá mientras hace su truco. Enigmas como éste son los que han generado adeptos a las aventuras a través de los años.

My kingdom for a bone

Por cierto, la conversación con los padres aporta algo de luz sobre el cacareado SECRETO DE MONKEY ISLAND, pero he decidido obviarlo porque creo que, a estas alturas, a nadie le interesa esto, ¿no?

Por otra parte, para aquellos que perdieron sus vidas jugando al enésimo shooter y el enésimo MMORPRGHOGSSLKH y sueltan frases tan inteligentes como qué recuerdos, estos sí que eran buenos juegos y yo jugué a muchas aventuras, pero ya no es lo que era (similares al yo antes era heavy y...), recordar que llevan tiempo en la calle las actualizaciones de los dos primeros Monkey Island (los cambios en las portadas sí que son ejemplos de zombificación) así como la última aventura de Guybrush y compañía, Tales of Monkey Island.

Y, ya por último, en el video, ¿os habéis fijado en el cambio de música cuando aparece LeChuck? Sencillamente genial.

Con variaciones, entrada escrita originalmente para El Ojo Escarlata.

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