jueves, 20 de enero de 2011

Banda Ionica, sonido fúnebre siciliano


Hace cosa de un año pasé unos días en Granada coincidiendo con la Semana Santa (no iba por ello, pero se dio la casualidad). Estando en una terraza, contemplando desde la distancia uno de los pasos, me dio por pensar, entre otras cosas como el asco que me produce la hipocresía de ciertas personas, en la influencia del ambiente en la composición musical. Pensé en esa maravilla de grupo que es Orthodox y la relevancia que tienen estos pasos, solemnes y parsimoniosos, en la música de los sevillanos y que tan bien saben combinar con otros elementos.

El caso es que estaba disfrutando de la música de las cofradías. Me gusta especialmente ese sonido de fanfarria fúnebre teñido de devoción católica sureña, con su gusto por las imágenes que roza lo herético. Aunque, tal vez, lo que verdaderamente me guste de todo ello sea el aire mediterráneo que me recuerda a la música italiana que podemos escuchar en películas como El Padrino II cuando la procesión por Little Italy. Precisamente, un día antes a esto que cuento me sentí como en un pequeño pueblecito del sur del país transalpino: me metí por un barrio con sus casas blancas y sus callejuelas y di con lo que, creo, era una especie de ensayo. En una pequeña plaza se había concentrado una banda que tocaba frente a una imagen mientras a su alrededor la gente llenaba aquel pequeño espacio. Fue un momento bastante peculiar y que me dio que pensar en ciertas similitudes que recorren la ribera europea del Mediterráneo.


Sin embargo, no es mi vida la que quiero contar aquí (he dicho demasiado y me repelen bastante los blogs destinados a tal propósito), sino que todo esto viene a la maniera de introducción al grupo al que está dedicado esta entrada. Al ver aquel ensayo y los pasos de Granada, se me presentó la necesidad de conseguir algún disco con marchas de Semana Santa. No sé por qué, si porque no me satisfizo lo encontrado o porque di con otro estilo que ocupó mi atención, pero al final no me hice con nada de lo que pensaba escuchar. Pues bien, esa necesidad regresó, aunque con el matiz de que dichas marchas fúnebres debían ser italianas, sicilianas a ser posible (el romanticismo cinéfilo supongo). Así fue como di con Banda Ionica.



Formada en 1997 por el acordeonista y teclista Fabio Barovero y el trompetista Roy Paci, ambos desarrollaron una música influenciada por las marchas fúnebres de la Semana Santa del sur de Italia a la vez que se sirvieron de ellas para devolver a la actualidad esta sonoridad. En su esfuerzo no están, obviamente, solos pues el grupo es una ensemble que aglutina a cerca de 20 instrumentistas con sus correspondientes instrumentos, siendo la mayoría de ellos de viento.

Desde su fundación, Banda Ionica ha editado dos discos. Passione, que vio la luz en 1997, es un disco instrumental formado por marchas tocadas durante la Semana Santa y música que tocan las bandas en pueblecitos como el mío cuando muere la gente, según Paci, quien nació en 1969 en Augusta, Sicilia.

Por otra parte, Matri mia, que salió en 2002 y cuyas canciones están dedicadas a la mujer, es en cierto sentido más actual: incluye voces (algunas horribles como la colaboración en la segunda canción de Macaco, quien arruina con su patética interpretación el gran trabajo del resto de instrumentos; otras, maravillosas, como la de Cristina Zavalloni en Mi votu e mi rivotu) y añade algún que otro elemento de diversas músicas. No obstante, la base sigue siendo la canción popular italiana, el colorista sonido de la fanfarria mediterránea y las marchas fúnebres en momentos puntuales. A destacar, entre otras, la interpretacion que hacen de Santissima dei naufragati y la atmósfera que crean con Lorenzo in Sicilia.


Sin duda, un grupo muy interesante y que merece un par de escuchas. Música muy agradable y evocadora la que crean estos italianos, trayendo a la memoria los paisajes soleados y montañosos de Sicilia así como las lágrimas católicas que se derraman por Pascua.

Pequeña edición de una entrada escrita originalmente para El Ojo Escarlata.

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