miércoles, 12 de enero de 2011

Corre, salta, roba, Jetpack

Si hace un par de días ahondábamos en las bondades del entretenido God of Thunder, hoy toca el turno del frenético plataformas Jetpack. Su planteamiento es tan sencillo como entretenido: somos un aventurero con un propulsor a la espalda cuya misión es recoger todas las esmeraldas de cada nivel para pasar al siguiente. No es todo: el depósito de combustible del propulsor comienza en cada nivel a 0, no hay armas y los enemigos están por todas partes. Bien, dicho así, igual no parece tan entretenido, pero el caso es que lo es.

Estamos ante un juego donde el equilibro entre dificultad, reto y recompensa está muy cercano a la perfección: los niveles (hasta 100 hay, doy fe) tienen una dificultad creciente según se va avanzando, pero siempre habrá un modo correcto de superarlos y también un momento de tranquilidad tras un nivel diabólico; los robots homicidas, los veloces misiles y demás ralea te pondrán el corazón a mil cuando te veas casi acorralado y tan cerca al mismo tiempo de la puerta que da acceso al siguiente nivel, pero hasta a las máquinas se les puede engañar; y podrás comprobar que hasta tu en principio inútil pistola de rayos puede ser de buen provecho si es bien usada.


¿Por qué jugamos a estos juegos? ¿Por masoquismo? ¿Por oír los alaridos infrahumanos cuando somos despedazados? No sólo, sino por ver cómo son los siguientes niveles. Y para mejorar la puntuación cuando se rejuega. Sí, tal vez te pasaste ese nivel que puso a prueba tu habilidad además de a tus nervios, pero ¿conseguiste todos los objetos? Monedas, vasijas, grandes cantidades de oro y fetiches que suman una vida al ser recogidos marcarán la diferencia a la hora de superarse a uno mismo. Tal vez estén protegidos por una manada de bichos que buscan insistentemente tu mutilación o en complicados lugares, colocados para que te partas en dos contra un pico de hielo, pero para eso están los objetos que aparecen por sorpresa y te conceden por un momento escudo o que paralizan el escenario al completo. No lo dudes ni un momento y cógelos si es posible: es justo, necesario y, además, también da puntos.

Por otra parte, Jetpack venía también con un intuitivo editor de niveles que podías usar, ya te hubieras pasado el juego o no. Yo no pasé más allá de hacer niveles para putear a los amigos (si nos lo hace el juego, nosotros no seremos menos), pero no es complicado encontrar por Internet diseños de aficionados que son tan decentes como los del propio juego (hay más de 1000 al parecer).


Proyecto a la antigua usanza (el diseñador y programador Adam Pedersen es también creador de los efectos de sonido y de los gráficos, estos últimos junto a Wayne Timmerman), Jetpack apareció en 1993. Yo lo descubrí en la tiempo ha difunta revista OKPC. No tenía tanta edad como para ahora emitir un juicio comparativo con otras revistas de la época, pero sí que puedo decir que mis recuerdos de ella son francamente buenos, tal vez precisamente por los años que tenía, de tal manera que mi memoria ha conservado títulos a los que apenas he jugado, pero que me parecieron de lo más llamativo en su momento: Firo&Klawd, Time Gate (¿templarios y viajes en el tiempo? ¿Quién puede decir que no?), Tex Murphy: The Pandora Directive… Sí, en el CD de shareware de esta revista los juegos de cartas y clones de juegos de finales de los 80 eran legión, pero también venían demos de las novedades. Aún conservo un par de estos discos con las del Full Throttle, Police Quest IV, Brutal (un juego de lucha de animales que practicaban diferentes artes marciales, que a ver si lo encuentro por ahí; creo que había un luchador muy parecido a Usagi Yojimbo), BCRacers, un making of del Gabriel Knight 1... Y, para qué engañarnos, algunos de los juegos de andar por casa eran francamente adictivos: POD (guiabas a una araña por un camino que se iba comiendo a su paso, tenías que pensarlo bien para llegar a la casilla final), Bible’s Baseball (donde bateabas mejor o peor dependiendo de tus respuestas a preguntas… de la Biblia; imagino que fue programado en algún lugar perdido por el Cinturón de la Biblia; sí, aún me extraño de encontrar aquello entretenido, no puedo evitar jugar a un juego de preguntas y respuestas)… Y, entre ellos, Jetpack. Lo cierto es que no era el que ahora comento, sino la actualización navideña Jetpack Christmas Special! (una modificación hecha por aficionados en realidad), donde los diamantes eran sustituidos por regalos y el propio protagonista, por Santa Claus. Pasaba el primer nivel con más o menos garbo, pero hacer lo propio con el segundo era poco menos que una proeza. Y así hasta hoy, que sólo tengo la versión de 10 niveles del Christmas Special! en la que no se puede grabar. Pero Internet "todo" lo puede. De hecho, tanto puede que están desarrollando una nueva edición de este juego. Así que viva Jetpack, Internet y la nostalgia selectiva.


En definitiva, Jetpack es sencillo, pondrá tus nervios a prueba y, si eres de los que se pica consigo mismo (llámalo competitividad), te resultará francamente adictivo. Y si lo terminas, siempre te quedarán otros 100 niveles del Christmas, el editor y un nuevo juego que está actualmente en desarrollo.


Enlaces:

http://www.adeptsoftware.com/jetpack/ (para descargar Jetpack de la propia página de los autores).

http://www.jetpackhq.com/

http://www.dosbox.com/ (para hacer funcionar el juego)

Con alguna que otra modificación, entrada escrita originalmente para El Ojo Escarlata.

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