miércoles, 14 de marzo de 2012

Fly me to the moon: Pyramidal-Dawn in space



Esta serie, porque será una serie, de entradas que me saco de la manga dedicadas a la música que tenga que ver con el espacio debería ser inaugurada, evidentemente, por Hawkwind, pero, ay, fascinado me hallo ante el disco que me llegó por correo hace unos días (junto a Domo de Domo) y es de justicia hacer esperar a las huestes de Dave Brock en favor de Pyramidal.

Pyramidal es una banda alicantina que acaba de editar por Radix Records su primer disco, una muestra honesta y consistente del mejor space rock con aires psicodélicos. En Dawn in space, compacto principalmente instrumental, se pueden rastrear las influencias de rigor en el género del hard rock sesentero y setentero, no únicamente del flotante y espacial, al mismo tiempo que guarda entidad propia como para ser considerado más, mucho más, que un simple pastiche.


Atomic Avenue #1, Glen Orbik


Dawn in space se abre con una portada diseñada por el guitarrista del grupo y también bajista en Domo Óscar Soler, encargado de un artwork escueto, limitado por las cuatro páginas de libreto, pero altamente evocador. Un cosmonauta que dirige su mirada al cielo, una carta astral, una pirámide que asciende infinita, galaxias, nebulosas... El ser humano ante los vastos abismos del espacio (y el tiempo) con un colorido en tonos sepias y ocres que crea una distancia temporal con el espectador, como si moviera la estampa desde el 2012 y la recolocara en pleno 1963. Space is deep, music is endless.

Intronauts, corte de minuto y medio, nos pone en antecedentes. Aparecen los primeros sonidos cósmicos, la percusión anuncia la llegada de la noche perpetua, el espacio comienza a plegarse y desplegarse y entramos en Black land, con un riff marca Hawkwind, continuo, persistente y que suena a nave espacial arrancando cual V-2. La voz hace acto de presencia con un efecto que la diluye en el ambiente creado por el resto de instrumentos, quienes van avanzando en formación de caos ordenado. Por su parte, en Kosmik blizzard parece que las cosas se ponen feas para la tripulación, se ve que la hiper-velocidad no termina de funcionar y el cuadrante por el que viajan no acoge del todo bien a los cosmonautas, a tenor de los riffs sabbathicos que dominan la canción inundándola de oscuridad y malos presagios. Oh, el poder de Sabbath es grande aquí.


Aquí Pyramidal, aquí un amigo


Con Dawn in Space y Plastikleuten (Part I & II), los alicantinos siguen dando buena cuenta del largo, ancho, alto y las dimensiones que hagan falta del cosmos, demostrando un gran gusto a la hora de hilar pasajes y melodías que invitan al oyente a sumarse al viaje super-sónico. Con riffs y solos hipnóticos que obligan a uno a moverse hacia adelante y hacia atrás, hacia adelante y hacia atrás, sumiéndonos en esos estados cercanos al trance, sólo alcanzables mediante la meditación, la música, las sustancias ricas en psilocibina o todo al mismo tiempo; sintetizadores bien introducidos que curvan el horizonte de la percepción y del planeta-prisión Vega-7.




Tal vez, más efectos, más aún, pero frenéticos a lo Ozric Tentacles o Tom Sawyer de Rush, son los que echo en falta cuando Tempel Iaru (Tempel+Iaru=personal apreciación de Ash Ra Tempel) se dispara; un tema en el que regresa la voz del infinito, cuyas guitarras van ralentizando poco a poco el ritmo y que termina convirtiéndose en la Rat salad, The mule o Moby Dick de Pyramidal. Mars lagoon es la encargada de poner cierre al viaje, tema tranquilo que va in crescendo hasta romper, tras lo que se apagan las consolas y monitores... para volver minutos después con un punteo que podría ser algo así como el Autobahn de Omicron Persei 8, o como Hallogallo, y que me trae a la mente imágenes, supongo que por la mezcla en el título de “Mars” y “lagoon”, de cómo era visto el futuro en el espacio en los años 50 y 60, como de excursión desde una de las ciudades de las que habló Ray Bradbury en Crónicas marcianas hasta el segundo cráter pasado el Circo de Hiparco.

Pyramidal=Space, here we go!



Pyramidal-Dawn in space

1. Intronauts
2. Black Land
3. Kosmik Blizzard
4. Dawn in Space
5. Plastikleuten (Part I & II)
6. Tempel Iaru
7. Mars Lagoon



Miguel Rodes-bajo
Miguel Ángel Sanz-guitarra eléctrica, sintetizador
Óscar Soler-guitarra eléctrica, voz
Lluis Mas-batería y percusión

http://pyramidalmusic.bandcamp.com/
http://www.musikaze.com/radixrecords/

4 comentarios:

Horizon dijo...

Buen disco, espacial y con gusto

E. dijo...

Gracias por pasarte por aquí y comentar.

Anónimo dijo...

El artwork del vinilo es acojonante.

E. dijo...

Una pasada, sí, señor.

Gracias por pasarte.